El cáncer de piel se origina en la epidermis, compuesta por células escamosas, basales y melanocitos, responsables de producir melanina, el pigmento que da color a la piel. La exposición solar puede estimular la producción de melanina. El carcinoma de células basales y el carcinoma de células escamosas son los tipos más comunes, también conocidos como cáncer de piel no melanoma. El melanoma, menos frecuente, tiene mayor potencial de invasión y diseminación a otras áreas del cuerpo. La queratosis actínica, a menudo precursora del carcinoma de células escamosas, es una afección cutánea asociada.
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