Al igual que en el resto de cánceres, el tipo de tratamientos que se le recomendará dependerá de la etapa en que se encuentre el cáncer, así como su estado de salud general.
Durante los estadíos I y II, el cáncer todavía está limitado al riñón, sin embargo en el estadío III ya ha crecido hacia las venas grandes o se ha propagado al los ganglios linfáticos adyacentes. Sin embargo, en ambos casos se recomienda realizar cirugía siempre que sea posible. Existe tanto la nefrectomía parcial (eliminación de parte del riñón) como la nefrectomía radical (extirpación del órgano al completo).
También es posible que se extraigan los ganglios linfáticos cercanos al riñón, especialmente si están agrandados.
Cabe destacar al caso peliagudo del estadío III en el cual el cáncer haya creido hacia las venas cercanas y, por tanto, sería necesario precisar el corte de estas venas para extraer el cáncer por completo. Requiere la ayuda de un baioás que nos ayude a detener el corazón durante un lapso corto.
Por último, después de la cirugía, a algunas personas que están en riesgo de que la enfermedad reaparezca se les recomendaría recibir, o bien, un medicamento de terapia dirigida (sunitinib, Sutent), o bien, el medicamento de inmunoterapia (pembrolizumab).
Durante el estadío IV, la cirugía aún puede ser parte del tratamiento. Sino podría recurrirse a la radiación.
La complejidad de esto es mucho mayor así que no dudes en consultar https://www.cancer.org para más información.